Edgard de Jesús Decanio
EL BURRO DE LA GUANOTA,
CHARLES SU NOMBRE DE PILA
Representante Apureño
en Diversas Ferias
de Venezuela Recordando:
Nuestra referencia sobre el afamado asno es la misma con que algunos hoy en día todavía lo aluden, pues en
modo alguno lo conocimos, si de veras su existencia fuera real.
Su propietario Don León Moser Guerra,
lo adquirió
en Kansas, Noroeste
de Texas, Estados Unidos,
trasladándolo a Venezuela vía aérea y más luego terrestremente al Hato La Guanota jurisdicción ión de la población de
Biruaca Estado Apure.
De
acuerdo a las versiones, el cual guardamos
en el mentidero de la infancia, correspondió a un denotado
ejemplar destacándose entre su especie por el voluminoso portento caracterizado por
sus extremidades y por supuesto en todos sus miembros.
Es frecuentemente la
recurrencia para formar cualquier jolgorio en clara alusión acerca de
lo que destaca
emblemáticamente la suspicacia llanera sobre estos jumento s,
lo que del todo no está en su utilísima condición para las apretadas faenas, entre otras cosas se asoció a nuestros hombres de campo, pues como genero la
utilidad para el llanero ha
sido en demasía.
Quienes dicen haberlo conocido por observarlo señalan la relación tamaño, creatividad, por reverenciarlo de algún modo, en efecto correlativa, entre lo
que realmente fue, es decir su inmenso tamaño y la especie de ficción o
alegoría popularizada en la
creación establecida. Por esa relación inexplicable se internaliza en la
gente respecto a episodios concretos de sus vivencias donde aspectos locales comienzan a formar parte de la vida misma de los
pueblos permitiendo la subsistencia de estos más allá de la existencia.
En la imaginación popular cobra fuerza y despegue
Se
afianzan, cuales
mitos, y reafirman en sus creencias
Se mantiene
la relación durante
cierto tiempo, hasta degenerar en otras referencias atemperadas a nuevas vicisitudes recreando esa genuina empresa local
de la creatividad y sus
circunstancias
A ese género pertenece la historia
del Burro de la Guanota
y esa
es nuestra intención al
evocarlo, por lo tanto ha pertenecido a eso que pudiéramos llamar el mundo
de lo posible entre la gente, sus
remembranzas, cualquiera otra, son usadas pertenencias definiendo el momento
y la oportunidad, entre estas últimas destacan
los señalamientos requeridos a cuando a uno
lo envían, al mismísimo diablo,
por eso no se sorprenda cuando le
espeten ante inusuales circunstancias, sea el fulano rucio
de la Guanota a quien figuramente le encarguen la
desagradable tarea de practicarle lo inimaginable.
Consecutivamente este cuadrúpedo fue exhibido en diversas ferias regionales y nacionales ostentando trofeos y su nombre competitivo fue CHARLES y en la fantasía
populativa percibiendo energía comparándolo al monumento del Caballo de un prócer por su
tamaño y órganos genitales creativando referencias
atemperadas.
Es de recordar a su bañador
oficial y cuidador
ARPIDIO LUGO, conocido como el famoso TIRA CORTADA.
El renombrado borrico Charles falleció a mediados del año
1970 se le
rindieron homenajes y fue
sepultado en las tierras
que lo vieron crecer, jurisdicción Biruaquense Hato la Guanota del
Estado Apure, Venezuela.
FUENTE:
REPUNTES II EL SAN FERNANDO DE AYER
Colección Fotográfica “El San Fernando
de Ayer de Edgar de Jesús Decanio
1 comentarios:
Estarías muy real estas historias, así son los llaneros
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